En un principio esta filosofía puede transmitirnos negatividad, pero lo que representa es el poder gestionar nuestro tiempo tranquilamente sin ser esclavos del reloj, alejarnos de las presiones a las que nos vemos sometidos por lo compromisos que nos automarcamos y desmarcarnos de la palabra prisa ¿no suena bien?.
Prácticamente ninguno de nosotros nos planteamos el ritmo de vida que llevan nuestros hijos, pretendemos que sean superdeportistas, buenos estudiantes, magníficas personas.... y todo elevado a la máxima potencia, pero pocas veces pensamos el estrés y cansancio que les transmitimos al ser la prisa el motor de nuestros movimientos.
Si aplicamos el sentido común, igual que nosotros pedimos flexibilidad en el mundo laboral,deberíamos dársela a los niños, dejarles jugar y tiempo para disfrutar, realizar sus hobbies sin perder el rumbo de los quehaceres diarios y dejar hacer las cosas bien y no rápido; es posible que con actitud positiva y transmitiendo tranquilidad, lleguen a conseguir un equilibrio emocional que les ayudará a lo largo de su vida.
Muchos de los recuerdos de nuestra infancia, no los olvidaremos nunca ¿ por qué no dejar en la memoria un rato a solas con mamá o papá, una cena en familia, o unas risas por cualquier tonteria? si nuestro tiempo , lo convertimos en algo más sano, es posible que cada día logremos ser más felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario