Muchas veces me encantaría duplicar los días, las horas y los minutos para hacer todo lo que me gusta,pero cuando las inquietudes son tantas, no hay tiempo material para realizarlas y, si encima las redes sociales se cruzan en tu camino... estás perdida.
El tiempo es una fuente de riqueza que debemos valorar no solo para terminar tareas o emprender nuevos trabajos, sino también para dedicarnos descanso físico y mental, el no hacer nada, el dedicar tiempo al relax y a la desconexión, porque igualmente desde este ángulo tomamos fuerza para volver a empezar.
No sabía como pediros disculpas por tener nuestro blog abandonado, pero las historias en las que he estado embarcada no me han permitido dedicarme a él; por eso, ahora y poco a poco, iré dando entrada a todas las ideas que en servilletas de papel, billetes de metro, agenda del teléfono, tickets y demás he ido apuntando. Y como aún, en cuestión de escribir estoy anclada en el siglo pasado, primero escribo en papel y después transcribo al ordenadoY
Está escrito por Roald Dahl, con las ilustraciones de Quentin Blake.
