Desde esta mini-sección quiero rendir un homenaje a nuestras abuelas. Gracias a ellas, generación tras generación se han mantenido muchos de los cuentos que hoy emocionados contamos a nuestros hijos, otros se han perdido y algunos olvidado; os animo a que entre todos recuperemos fábulas, sabias moralejas, leyendas.... y volvamos a sentir la ilusión de dormirnos con esa historia que embelesados nos hacía despedir el día.
Comenzaremos con las abuelitas de casa:
Comenzaremos con las abuelitas de casa:
GARBANCITO
En un país lejano vivía una familia con un hijo tan diminuto que
lo llamaron Garbancito.
Un día tuvo que llevar la comida a su padre al campo y su madre le dijo:
-ve cantando esta canción y así nadie te pisará:
pachín , pachín , pachín mucho cuidado con lo que hacéis, pachín, pachín, a Garbancito no piséis.
Y así fue todo el camino, hasta que derrotado por el frío y el cansancio, se metió en una col, pero lamentablemente un novillo se la comió. Garbancito aterrorizado llamaba a su padre y este a lo lejos escuchaba los lamentos de su hijo que decían:
- ¡Padre sáqueme de aquí!, y su padre contestaba:
-Hijito, ¿cómo lo puedo hacer?
-Mate usted al novillo y yo sacaré para veinticinco.
Su padre obedeció, pero al día siguiente cuando las lavanderas limpiaban las tripas del novillo, Garbancito no aparecía, se había quedado atrapado entre las zarzas y en el intento de salir, escuchó a unos ladrones que decían:
- esto para ti, esto para mi, entonces Garbancito dijo:
- ¡¡¡Y esto para mi!!!
Los ladrones miraron a todos lados y al no ver nada huyeron corriendo y Garbancito cogió el botín y pudo comprar los novillos que había prometido a su padre.
Pilar Blanco.
Pilar Blanco.
PEPÓN, EL LISTILLO
Pepón, todos los días al volver del cole decía: ¡ Mamá, diez en matemáticas! Diez en lengua! Diez en historia! Hasta que llegaron los exámenes de fin de curso. Todos los chavales pensaron:
“Seguro que Pepón saca matrícula de honor en todas las asignaturas”. Pero en las listas apareció suspenso en todas . ¡Diez ceros le pusieron a Pepón!!
Aquella noche su madre le llamó y preguntó: “Pero vamos a ver Pepón, ¿no sacabas diez en todas las asignaturas durante el curso? ¿Cómo que ahora tienes cero en todas las finales?”
“¡Pues muy fácil , mamá!, contestó Pepón, “porque en estos exámenes no se sentó a mi lado Pepín, que es al que siempre copiaba los ejercicios!”.
El padre de Pepón le reprendió con estas palabras: “¡Pues a partir de ahora serás Pepón, el SINVERGONZÓN!”
Cefe Sánchez.
He disfrutado mucho con estos cuentos de las abuelas.
ResponderEliminarEnhorabuena.
El de garbancito me lo contaba mi abuela.
ResponderEliminarGran idea recopilar estas historias.
Gracias por recordarme mi niñez.