Actualmente esta profesión se ha denostado , no debemos permitirlo porque conocen a nuestros hijos que nosotros, porque saben sus emociones en cada momento porque la sociedad antes les valoraba pero ahora no se respeta su antigüedad en los centros, no se valora el tiempo y su dedicación, ni siquiera que gracias a ellos nuestros hijos leen, suman, restan y ponen el mismo entusiasmo en realizar una actividad que ellos cuando presentan un proyecto con ilusión.
Hoy he recordado a Mª Carmen, a Rian, a la Srta Encarnita, a la Srta Elisa, a D. Julián, D. Celestino.... y a todos aquellos que lograron que mis años escolares fuesen felices en EGB, pero especialmente a Mª Angeles que con su carácter delicado y comprensivo logró acercarme al mundo de la lectura cuando intentaba madurar en un instituto de la zona norte de Madrid.
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