Cuentos hindúes: Desde el Índico a los Himalayas de Mónica González
Había una vez un chico que todos los días hacia el mismo camino andando, de una aldea a otra, cargado con un palo de hombro a hombro. De cada extremo,colgaba una cántara, su misión era llevar agua, pero una de las cántaras, estaba rota y perdía agua, la otra no. La cántara rota, preocupada, le pregunta al chico ¿por qué no me tiras? no te sirvo de nada, cuando llegamos a la aldea ya no tienes agua y te regañan.Y el chico le dice: Eso crees tú, mi camino es muy aburrido. ¿Ves esas flores de distintos colores y olores que están en el camino? Te lo agradezco a ti, he ido tirando semillas según pasábamos y tú por no ser perfecta y perder agua las has ido regando y han crecido fuertes y sanas, y a mí me has hecho el camino más llevadero.
Moraleja: QUE LO IMPERFECTO TAMBIÉN TIENE SU VALOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario