Un grupo encantador por la entrega y la emoción que han puesto a la hora de presentarse, respetando el turno de los demás y expresando las ganas que tenían de empezar este taller, todos ellos acudiendo de manera voluntaria y con un factor común: les gusta leer y eso se nota.
Nos reímos de nosotros mismos, jugamos a encontrar el intruso entre la misma categoría de palabras y descubrimos porque Pinto se llama así y que reyes pasaron por el edificio en el que hoy nos encontramos.
Aficionados al judo, a Egipto, a los cómics, al baile, a los paseos en familia y por supuesto a la lectura son los miembros de nuestra futura cantera de lectores. Gracias a todos ellos por permitirme compartir y desarrollar una de mis aficiones en la que el principal objetivo es que disfruten y no pierdan la curiosidad de ver lo que hay en las páginas de un libro.
Prometo que lo vamos a pasar muy bien.